Superando el cáncer en moto: rumbo a Cabo Norte

Después de tres años luchando con un cáncer en estadio IV, Ángel L. Jubete y Gracia García-Arias han decidido que es el momento de llevar a cabo su viaje en moto a Cabo Norte. Serán unos 11.000 km sobre la moto durante el verano de 2017, con el objetivo de demostrar que una actitud vital ayuda no solo en la lucha contra la enfermedad, sino también a paliar los efectos secundarios de los tratamientos.

Cruzarán Europa de sur a norte, hasta el lugar más septentrional del continente, Nordkapp, en Noruega, donde contemplarán el sol de medianoche. Serán en total, ida y vuelta, unos 11.000 kilómetros, durante 25 a 35 días, que efectuarán en su mayor parte en moto, salvo una pequeña parte en ferries.

El objetivo es la superación de los efectos del cáncer y de los tratamientos. Primero, mediante la preparación del viaje, que ayuda a hacer más llevaderos los procesos y sus efectos secundarios. “La ilusión, los proyectos y tener la mente ocupada hacen esta parte del trabajo”, confiesan.

También trabajarán para conseguir una forma física suficiente que permita hacer un viaje tan exigente.

El equipo
El piloto: Angel L. Jubete (54), marino y abogado, Presidente del Motoclub Rotario de España (IFMR-Spain), también ha sido redactor, profesor, jefe de estudios, árbitro y mediador. Diagnosticado hace tres años de cáncer colorrectal, estadio IV, con múltiples metástasis hepáticas. Con un horizonte vital inicial de alrededor de seis meses, y tras un cambio de equipo médico, hoy sigue luchando contra la enfermedad con una calidad de vida bastante buena, bajo los cuidados del magnífico equipo del HU Infanta Sofía, liderado por el doctor Casado Sáez.

La copiloto: Gracia García-Arias Vieira, licenciada en Ciencias de la Información, máster en Publicidad Comercial, y CEO de una familia numerosa. Enfermera incondicional del piloto de noche y de día, desde que juntos iniciaron la guerra contra “el bicho”. Ambos han compartido muchos kilómetros en moto, antes de la enfermedad, y después.

El viaje
Se trata de cruzar el continente europeo de sur a norte, llegando hasta Cabo Norte (Nordkapp), en Noruega, el punto más septentrional de Europa. Los trayectos de ida y vuelta aún no están cerrados, aunque podría ser algo parecido al gráfico del mapa.

Ángel L. Jubete es presidente del capítulo español de la International Fellowship of Motorcycling Rotarians (IFMR-Spain), motoclub internacional con presencia en casi todos los países europeos, lo que sin duda dará vistosidad al viaje en los países que irán cruzando. En principio, en sus previsiones figura pasar por España, Inglaterra, Francia, Bélgica, Holanda, Alemania, Dinamarca, Suecia, Noruega, República Checa, Austria y Suiza, aunque todavía no han descartado un posible regreso por Finlandia y las repúblicas bálticas.

El viaje se realizará en el verano de 2017. Cada año suben a Cabo Norte un buen número de moteros, pues por todos es sabido que este punto geográfico es algo parecido a un lugar de peregrinaje. La diferencia del viaje de nuestros protagonistas estriba en que el piloto está luchando contra el cáncer, lo que supone una dificultad adicional a un viaje en moto ya de por sí muy exigente y complejo.

El objetivo
“Trataremos de darle la mayor difusión posible al proyecto, pues queremos transmitir nuestro total convencimiento de que hacer proyectos de futuro, poner ilusión en ellos, ocuparse en desarrollarlos y llevarlos a cabo, produce enormes beneficios a los luchadores contra el cáncer”, afirman.

De un lado, “todos sabemos que tener el ánimo alto refuerza positivamente los tratamientos. Es fundamental seguir con la vida adelante; el cáncer hoy tiene buenos pronósticos en muchos casos, de cronificación e incluso de curación, lo que permite seguir adelante en parecidas condiciones de incertidumbre vital a las de cualquier otra persona que no esté enferma. Como dice mi oncólogo, no se trata tanto de añadir días a la vida, sino de añadir vida a los días. Y de otro, tener una actividad física regular ha dado muestras estadísticas de intensificar el efecto terapéutico de los tratamientos y suavizar algunos de los efectos secundarios”, apunta Jubete.

Queda un año por delante para la preparación del viaje. Durante ese tiempo, tendrán que preparar muchas cosas y hacer un buen entrenamiento tanto físico como psíquico. En este sentido, señalan que harán pequeños viajes “que nos vayan preparando para el grande”, que será de unos 30 días de etapas medias de 500 kilómetros diarios en moto, desde los calores estivales de la Península Ibérica, hasta los fríos heladores al norte del Círculo Polar Ártico.

Su mayor deseo es que todo esto sirva de ayuda a otros afectados por esta enfermedad contra la que se puede luchar.