Honda CB500X: Alma funcional

Hace ya unos años, cuando las motos trail dominaban con mano de hierro el mercado, Honda incorporó a su gama de 500 cc, la CB500X. Una moto derivada de la versión naked con un aspecto muy atractivo y con un objetivo muy lógico, ser una moto para el día a día con bajo coste de mantenimiento y sin alardes de ningún tipo, o dicho de otra manera, una moto de las de antes, en las que no tienes que preocuparte de qué testigo del cuadro de luces o qué mensaje de error tendrás hoy.

Para empezar a hablaros de ella, empecemos por sus principales características técnicas:

Sus dimensiones son bastante correctas, con una longitud total de 2155 mm, una distancia entre ejes de 1445 mm, un peso de 197 kg y una altura al asiento de 830 mm que la hace accesible para persones de menos de 1,70 de altura.

Su depósito tiene una capacidad de 17,7 l, que con el consumo que tuvimos en nuestra prueba rozando los 4 Litros supera los más que generosos 400 km de autonomía .

Su motor es un bicilíndrico en paralelo de 471cc, que otorga una potencia de 48 cv a 8600 rpm y 43 nm a 6500 rpm. Por lo que es una moto válida para el carnet A2.

El equipo de frenado está compuesto en la parte delantera por un disco lobulado de 310 mm mordido por una pinza de 2 pistones. Y en la parte trasera de un disco también lobulado de 240 mm mordido por una pista de 1 pistón. Todo el sistema está dotado de abs .

En el apartado de suspensiones, esta CB500X está equipada en la parte delantera con una horquilla convencional telescópica de 41mm de diámetro con 108 mm de recorrido y precarga ajustable. La parte trasera se compone de un monoamortiguador con 119 mm de recorrido anclado con el sistema Pro Link y con ajuste de precarga en 9 posiciones.

Prueba dinámica en ciudad

En los primeros compases de nuestra prueba en ciudad nos encontramos con una moto que se siente ligera, con un puesto de conducción elevado desde el que tenemos muy buen campo de visión. El comportamiento de su motor es muy equilibrado, con unos muy buenos bajos y medios que nos permiten circular cómodamente sin tener que estar cambiando constantemente de marcha. El tacto del freno y embrague son muy agradables, detalle que agradecemos en calles con alta ocupación y tráfico lento.

Estamos ante una moto muy fácil de manejar en ciudad, lo que la hace muy buena opción para todos aquellos que acaban de sacar el codiciado carnet A2.

Mejoraríamos la visibilidad de un cuadro de instrumentos con elementos pequeños. Y la pata de cabra, la cual cuesta encontrar.

Prueba dinámica en carretera

Empezamos nuestra prueba de carretera con la lluvia como protagonista. En tramos de autovía la moto es capaz de conducir sin problemas a ritmos legales, con y sin pasajero, aunque hemos de decir que no es su hábitat natural con una protección aerodinámica optima en la parte del cuerpo, pero algo justa en la zona de las piernas. Seguimos nuestra prueba en una carretera nacional, ahí es donde empezamos a disfrutar de esta moto. La estabilidad y sensación de control total sobre la moto es su mayor virtud cuando se empiezan a enlazar las curvas, contando con la seguridad que nos aporta un sistema de frenado más que suficiente para el rendimiento del resto del conjunto y unas suspensiones con un tarado un poco blando, pero que nos aportan confort para hacer muchos kilómetros del tirón renunciando a una condición deportiva.

Parte acompañante

Es una moto cómoda en la parte de atrás, con un asiento aceptable de tamaño y una posición correcta de las estriberas. El agarre trasero tiene poco espacio para meter las manos con guantes de invierno, pero suficiente si te adelantas a los movimientos y te agarras con anterioridad.

Conclusiones

En definitiva, estamos ante una moto con un alma funcional para el día a día, fácil de manejar, barata de mantener y con una fiabilidad que no se pone en duda. Creemos firmemente que esta moto puede ser una muy buena opción para aquellos que empiezan en el mundo de las 2 ruedas, con una moto de una cilindrada media y que necesitan ganar confianza con una moto noble y que les sirva de escalón intermedio antes de llegar a motos más potentes y exigentes. Sin  olvidarnos también, de aquellos moteros experimentados que simplemente buscan desplazarse tranquilos y sin preocupaciones.

Texto y fotos: Santiago Pedrero & Noelia MaBor / Moto Turismo Eventos