Asturias en moto de punta a punta

Más de tres meses y casi diez mil kilómetros fueron necesarios para superar los retos en moto, una aventura que nació con el único propósito de disfrutar con su montura y conocer mejor el Principado de Asturias, sus carreteras, sus pueblos, sus gentes, y sus bonitos paisajes.

Cualquier disculpa es buena para que un motero arranque su máquina y ponga el horizonte en su mirada. No es necesario viajar a un sitio concreto, basta devorar kilómetros para satisfacer ese anhelo de libertad que da circular a lomos de una motocicleta.

Sin embargo, a veces, como en este caso, se busca algo más, una motivación extra que te lleve a querer subirte a la moto y buscar uno tras otro los objetivos marcados.

Con ese espíritu nacieron los retos en moto, como una forma de rodar kilómetros, pero con un sentido claro que no es otro que conocer mejor la bonita tierra asturiana.

Una forma de entender las rutas moteras que engancha desde el primer momento y que hace que no quieras bajarte de la moto.

Recorriendo los concejos
Nada menos que 78 son los concejos que componen nuestra comunidad autónoma y todos fueron visitados de una u otra forma. Desde el más oriental (Ribadedeva) hasta el límite con el Occidente (San Tirso de Abres).

Todo un recorrido que combina a la perfección el mar con la montaña, desde el punto más septentrional de nuestro país (Cabo de Peñas, en Gozón), hasta los límites con la vecina comunidad de Castilla y León, con concejos como Somiedo, o Aller.

Muchas horas sobre la moto, y muchos kilómetros para superar este reto, el más largo de los tres, y el que más kilómetros ha exigido para ser cumplido.

Sobre el asfalto se pudo comprobar la belleza de nuestro paraíso natural, las a veces excelentes carreteras, y en otras ocasiones menos cuidadas vías de circulación.

Ascendiendo puertos
Muchos moteros de otras comunidades autónomas nos envidian por nuestra orografía; no les falta razón. Este reto sin duda ha sido el más exigente de los tres y a la vez uno de los que más satisfacción nos ha dejado. Sinuosas carreteras de montaña, firmes mejorables, pero paisajes de verde intenso difíciles de olvidar.

Ascensiones que nacen en carreteras paralelas a ríos, subidas en zigzag respirando aire puro, animales que observan nuestro paso, y un paisaje que nos invita a sacrificar el pilotaje para disfrutar del viaje.

Muchos metros de altitud, a veces conectándonos con la meseta como los puertos de El Pontón, Tarna, San Isidro o Pajares, y en otras ocasiones solo subiendo a disfrutar del puerto, como en el Angliru.

Visitando los pueblos ejemplares de Asturias

Por si fuera poco recorrer 78 concejos, o subir una treintena de puertos de montaña, nos planteamos otro reto paralelo, que no es otro que visitar los 30 pueblos asturianos premiados como “pueblos ejemplares”. Desde el primero de ellos, San Esteban de Cuñaba (1990), en Peñamellera baja, hasta el recién galardonado Moal (2018), en Narcea.

Un reto que nos ha ayudado a seguir los 30 años de historia de estos premios, y a conocer algunos rincones poco visitados de nuestra geografía regional.

Un baño de asturianía, conversando con los vecinos, orgullosos de sus pueblos y su movimiento vecinal, indagando en el porqué de los premios, buscando el recuerdo de la visita de la Casa Real. Todo un reto que nos ha ayudado a querer todavía más a nuestra tierra.

El mundo por montera: nuevos horizontes
Una vez superados los tres retos planteados, toca ahora hacer una parada, aparcar la moto y poner pie en tierra para buscar nuevos objetivos, nuevos periplos, nuevas aventuras, nuevas sendas y más retos que nos lleven a nuevos horizontes, a aumentar nuestras experiencias en carretera, a ponernos el mundo por montera y a disfrutar junto a nuestra moto. Muy pronto más retos en moto.

Texto y fotos: Nacho García