Sola en moto (Elspeth Beard) y Caravana de uno (R. Fulton Jr.)

Era más o menos abril de 2019 cuando me decidí a escribirle un correo a Elspeth Beard, en Inglaterra. La idea de crear una pequeña editorial especializada sólo en la publicación de libros de motos por fin había explotado en toda su locura y extensión. Teníamos miles de cosas por aprender, buscar, pagar, adquirir, evaluar -no habíamos sido nunca editores; soñadores quizás, lectores desde luego, motoristas sobre todo-, y los derechos adquiridos de unos tres títulos con los que queríamos empezar nuestra aventura.

Faltaba por encontrar más libros, y permanecía vacío el capítulo “Viajes”, prácticamente uno de los que más interés despierta cuando se habla de literatura sobre motos.

Aquel de Elspeth, LONE RIDER, además de relatar la vuelta al mundo que la mujer dio entre octubre de 1982 y Noviembre de 1984, me había interesado sobre todo por un detalle: la moto con la que se lanzó a su empresa juvenil, la que hubiera cambiado para siempre su vida. Una BMW. Buena elección, nada que decir, pero me quedé alucinada cuando leí que se trataba de una R60/6, una moto de 1974, que en 1982 tenía ya casi 9 años y 56.000 kilómetros.

Tengo una R75/7 de 1977, desde hace 25 años, y puedo decir que la conozco bastante bien: sus calidades, sus defectos, sus reacciones previstas e imprevistas, sus necesidades más profundas, su voz gatuna y sus sensuales vibraciones. Así que me había metido en la historia con la seguridad de que iba a leer algo diferente de la mayoría de los libros de viajes que se han escrito en estos últimos años.

Efectivamente, SOLA, EN MOTO -como hemos titulado el libro en español- es mucho más que un libro de viaje. Más bien relata el desarrollo de una relación íntima y exclusiva entre una mujer y su medio de locomoción; una relación que va creciendo en importancia sobre la marcha, mientras las otras relaciones humanas permanecen casi todas más confusas, a menudo más superficiales, relativas, rápidas, desenfocadas, como si Elspeth las hubiera vivido sin bajar de su moto -sola, como en efecto ella se siente desde el principio- y en movimiento constante, mientras huye de Londres y de una situación personal incómoda hacia la claridad y la madurez que sólo en parte irá alcanzando a lo largo del viaje.

Alucina, lo repito, la relación entre esta inglesa y su amiga alemana, primero por el conocimiento mecánico que por sí sola alcanza antes de salir, después de pruebas y pruebas bajo la única guía de su manual Haynes, en la intimidad del garaje de su casa…

Vuelvo al correo que le escribí en abril de 2019, cuando me las arreglé para explicarle que estaríamos interesados en traducir su libro en español, pero que La Mala Suerte Ediciones todavía no era nada más que un proyecto en el aire, sin una página web ni otros libros para enseñarle. Lo que sí teníamos eran motos e ideas, además de mucha seriedad en nuestras intenciones (un motorista verdadero nunca traicionaría a otro motorista).

Y para mostrame aún más honesta la invité a Asturias, para así poder mirarnos con sinceridad a los ojos. Su respuesta fue muy sencilla: “Voy” me dijo. Pues así son los motoviajeros de verdad, pensé: curiosos por naturaleza, y siempre ¡listos para lanzarse!

Para seguir rellenando la parte “viajera” de nuestro catálogo no podíamos ir hacia atrás después de un libro tan peculiar como SOLA, EN MOTO. Así que apuntamos al ejemplo quizá más alto que por suerte ya teníamos en la cabeza. Gracias a la sugerencia que nos dio Melissa Holbrook Pierson, autora de EL VEHÍCULO PERFECTO, otro gran libro con el que empezamos nuestra aventura editorial, sabíamos que en 1932 un chaval de EE.UU. dio la vuelta al mundo con una moto. No porque quisiera.

Fue para seducir a una chica guapa durante una cena con unos amigos, que Robert Fulton Jr. se lanzó diciendo que tenía este plan, bastante loco para la época… La casualidad quiso que en la misma mesa estuviera sentado uno de los gerentes de la fábrica Douglas, que quedó fascinado por la idea del joven y le ofreció una moto gratis. ¿Qué hubierais hecho vosotros? ¿Retiraros, delante de la chica? ¿Admitir que todo había sido de broma? Pues no. Aceptar el haber sido un tanto atrevidos…y remangarse.

Escrito en 1934, ONE MAN CARAVAN (CARAVANA DE UNO, en español) es una auténtica joya, prácticamente desconocida aquí en España, donde por cierto últimamente parece que no se valoran bastante las historias que vienen del pasado. Un libro lleno de aventuras, escrito con sencillez e ironía por un joven culto y acostumbrado a viajar (en 1922, Fulton tuvo la suerte de asistir, en Egipto, a la apertura de la mismísima tumba del faraón Tutankhamon). Su mirada sensible y atenta, su irresistible “humour”, una fascinación instintiva por la humanidad como conjunto de culturas y de misterios, le lleva a contar todas sus experiencias, incluso las peores, las más arriesgadas y desapacibles, con una levedad única e irresistible. Por cierto, otra joya del libro son las imágenes, tomadas por el mismo Fulton, a veces gracias a ideas prodigiosas, y sus magnificas ilustraciones.

CARAVANA DE UNO es probablemente EL LIBRO de viajes, el primero que todos los motoristas viajeros o simplemente aventureros en el alma deberían leer.

Marina Cianferoni / info@lamalasuerte.es