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La memoria del Cid y el esplendor de la gótica, señorial y laboriosa catedral de la capital ensombrecen todos los lugares e intereses que... Hacia tierras burgalesas

La memoria del Cid y el esplendor de la gótica, señorial y laboriosa catedral de la capital ensombrecen todos los lugares e intereses que pueda haber en la ciudad o provincia de Burgos.

Ya lo decía Isidoro Bosarte en el 1804 cuando publicó Viaje artístico:

“Todas sus iglesias se ven como á competencia á qual  mas adornadas (…) pero la catedral es una de las mas suntuosas de España, y de las de primera magnitud”

Con gran nivel de detalle el autor muestra cada obra que comenta, ya sean iglesias, parroquias, retablos, sepulcros o arcos arquitectónicos, así como los nombres de autores relacionados con sus estudios y sus obras.

“El arco se sostiene sobre dos columnas en figuras de cariátides. En las enxutas dos niños con alas, de los quales el uno toca un instrumento retorcido de soplo (…)“

Con un centro peatonal Patrimonio de la Humanidad y un elevado castillo medieval donde lo realmente impresionante son las vistas, la ciudad de Burgos contiene en el interior de su joya la tumba del Cid, además de varias historias entre sus piedras.

Viaje al corazón de EspañaFernando García de Cortázar en su Viaje al corazón de España señala que todo lo que se diga de la catedral será poco para describirla.

“La ciudad entera sucumbe ante el espectáculo prodigioso de sus torres, agujas, pináculos, cresterías y estatuas del más fino modelado (…)“

Pero además de su catedral, también descrita en Las rosas de piedra de Julio Llamazares, la ciudad reúne monumentos de su brillante pasado repartidos por la misma y adornados por el río Arlanzón. Numerosas son las obras que se han inspirado en la ciudad, podemos destacar Inquietud en el paraíso de Oscar Esquivias, Los relatos de Eduardo Rojo, El disputado voto del señor Cayo y El Hereje de Miguel Delibes, entre otras.

En la provincia de Burgos se reúnen cuantiosos pueblos repartidos en varias comarcas donde no faltan iglesias, ermitas, castillos, murallas, conventos o callejuelas medievales.

Entre los mejores libros de viajes, humor e historia literaria, política y artística se encuentra el Manual para viajeros por España y lectores de casa de Richard Ford, de 1846. Esta gran obra, antecesora de las guías de viaje y dividida en seis volúmenes, muestra:

“Las cosas que cualquiera puede ver sobre el terreno con sus propios ojos, como el paisaje, los cuadros, etc., raras veces se describen aquí en detalle; se da importancia a lo que hay que observar dejando que el espectador saque sus propias conclusiones (…) no se anota todo lo que hay que ver sino sólo lo que vale la pena ver”

En su tercer volumen denominado Madrid y Castilla el autor dedica cinco capítulos a la provincia de Burgos, partiendo desde su capital, cuyo nombre, que algunos relacionan con el término ibérico Briga, significa “lugar fortificado en una eminencia”.

Al sur de la capital de la provincia se encuentra la comarca de Arlanza muy visitada por su riqueza artística, patrimonial y paisajista. De ésta cabe destacar lo que se conoce como el triángulo del Arlanza, formado por Covarrubias, Lerma y Santo Domingo de Silos, aunque esta última pertenece ya a la comarca de la Demanda. Covarrubias, declarada Conjunto Histórico-Artístico Nacional desde el año 1965, posee numerosos monumentos clasificados de interés cultural, como sus murallas, torreones y su gran colegiata.

Lerma se puede recorrer siguiendo los pasos del gran autor de Don Juan Tenorio, que vivió durante un tiempo en la localidad. A lo largo y ancho de ésta y partiendo del gran Palacio Ducal, se encuentran los poemas de José Zorrilla escritos en paredes, suelos o ventanas. Muy cerca de la plaza se encuentra el mirador que muchos literatos han mostrado en sus obras, como por ejemplo Rafael Alberti, que decía así:

“Arriba, el balcón del frío , las balaustradas del aire, el cielo y los ojos míos. Abajo, el mapa: tres ríos y un puente roto, sin nadie”

En Santo Domingo de Silos, donde el tiempo pierde todo el sentido, se puede visitar uno de los claustros románicos más espectaculares del país mientras se oyen los cantos gregorianos o se lee la Vida de Santo Domingo de Silos de Gonzalo de Berceo.

La comarca ribereña ha sabido conservar sus ritos y costumbres a lo largo de los siglos.  El temor de sus habitantes a las brujas y al mal de ojo queda reflejado en la obra de Jesús Borro Arlanza mágica y embrujada. Además, es una región repleta de monumentos funerarios, que los ha recogido Juan Campillo en Las estelas cristianas de la cuenca del Arlanza.

Monasterio de Santa María de Rioseco

Ribera del Duero es la siguiente comarca al sur, dedicada fundamentalmente a la producción vinícola. Abarca varios municipios: destacan Peñaranda de Duero con su gran castillo y Aranda de Duero, donde el río se bordea de álamos devolviendo miradores pintorescos. Para conocer los sucesos históricos de la localidad nada mejor que leer Historia de Aranda de Duero de Pedro Sanz o Aranda: Memorias de mi villa y de mi parroquia de Silverio Velasco, donde a través de numerosos capítulos el autor relata el paso de los años con el fin de que su localidad no sea olvidada.

“Es tan doloroso a un hijo de su pueblo verle sepultado bajo la tumba del olvido (…)”

En la zona sureste de la capital de la provincia se encuentra la comarca de la Demanda, donde el principal protagonista es el paisaje. Una naturaleza en estado puro rebosante de bosques de hayas, robles, acebos, abedules y pinos. Prueba de ello es el Parque Natural del Cañón del Río Lobos, compartido con la provincia de Soria, y al que se accede a su parte superior por Hontoria del Pinar.  La reserva natural contiene paisajes esculpidos a lo largo del tiempo por las aguas del río, así como vestigios de la época templaria, tal y como muestra Ángel Almazán en cualquiera de sus obras dedicadas a la zona.

En esta comarca se encuentra también el mayor conjunto de poblados, necrópolis y ermitas de Europa, sin olvidar el gran número de restos fósiles de dinosaurios.

Es una comarca de bonitos recovecos, como describe Enrique Rivero en Rincones singulares de Burgos.

La Comarca de Odra y Pisuerga se corresponde con el sector occidental de la provincia. Ofrece una orografía bastante llana de ahí que sus villas medievales estén dedicadas al cultivo de cereales fundamentalmente. Oscar Esquivias ambienta varios de sus cuentos contenidos en el libro La marca de Creta en las localidades de Sasamón y Villadiego. Pero si hay una localidad conocida de la comarca esa es Castrojeriz, destacada parada en el Camino de Santiago, tal y como señala César Sierra Paysan en La luz de las raíces y Rafael Sánchez en La encomienda de San Antón de Castrojeriz.

Al norte de ésta se sitúa Paramos, pequeña comarca en la que se encuentra la localidad más visitada del valle de Sedano, donde un arroyo que cae en forma de cascada cruza las casas de la misma. El pueblo que se escucha a sí mismo es una verdadera postal, tal y como queda recogido en El color de los recuerdos: Orbaneja del castillo de Miguel Ángel Veslasco.

Hacia el norte de la capital de la provincia se encuentran las comarcas más conocidas y demandadas por los visitantes. La Bureba es una llanura recorrida por arroyos pero encerrada entre bonitas montañas. Contiene bellas localidades repletas de impresionantes elementos arquitectónicos. Narciso Sentenach comienza su obra La Bureba diciendo:

“En la provincia de Burgos, Bureba, es la comarca más interesante y atesora, sin duda, mayor número de recuerdos y problemas históricos (…)”

Hay muchas formas de visitar la zona, por ejemplo, a través de su románico, como señala Emilio Rodríguez en El románico en la Bureba; y si se quiere profundizar en la arqueología nada mejor que conocer La arqueología de los autrigones: Señores de Bureba de Rosa Mª Serrano, Ignacio Ruiz y Hermann Parzinger.

Comenzando por Briviesca, continuando por la medieval Oña y finalizando por Poza de la Sal, conocida fundamentalmente por ser el lugar de nacimiento de Félix Rodríguez de la Fuente, se disfrutará de unas vistas y unos paisajes increíbles. Una ruta muy famosa es la que va desde Oña a Frías pasando por el Desfiladero de la Horadada. Esta pequeña localidad pertenece a la famosa comarca de Las Merindades, territorio repleto de lugares con historia, tal y como puede verse en Sin sangre azul. Historias nunca escritas de Las Merindades de José Luis García, el cual reúne dieciséis artículos explicando las lagunas existentes de la historia de la comarca. Otros muchos autores han hablado de esta zona, como por ejemplo Rafael Sánchez en Las Merindades De Castilla Vieja en la historia.Miradas al románico de las Merindades

Pero este territorio también se le puede visitar siguiendo los molinos que fueron uno de los más útiles elementos de la antigüedad, como señala María Jesús Temiño en Los molinos en las Merindades de Burgos.

O bien, desde sus maravillosas obras de estilo románico como plasma Esther López en Miradas al Románico de los Merindades.

“Y es que las Merindades siempre han sido para mí balcones que se abren de par en par, miradores desde donde contemplar, ventanas que se entornan levemente o minúsculos ventanucos por los que se filtran imágenes y olores que han configurado mi vida”

 

Gema de los Reyes es Licenciada en Derecho y Filología y autora del blog viajandoconmicamara.com

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Quique Arenas

Director de Motoviajeros, durante más de 25 años, en sus viajes por España, Europa y Sudamérica acumula miles de kilómetros e infinidad de vivencias en moto. Primer socio de honor de la Asociación Española de Mototurismo (AEMOTUR), embajador de Ruralka on Road y The Silent Route. Autor del libro 'Amazigh, en moto hasta el desierto' (Ed. Celya, 2016) // Ver libro

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