Yamaha Ténéré 700, la lógica necesaria

En un momento como el actual donde la electrónica, las pantallas y tecnología se están viendo atacadas por la escasez de suministros, el mercado ofrece alternativas de motos solventes y más tradicionales como esta Yamaha Ténéré 700.
Una moto diseñada desde cero para satisfacer las necesidades de aquellos usuarios exigentes en el off road y que prescinde de todo aquello que no es estrictamente necesario.

Estamos ante una moto muy imponente en cuanto a medidas se refiere, su longitud total es de 2.370 mm con una distancia entre ejes de 1.595 mm. Construida a partir de un nuevo chasis de viga de tubo de acero claramente diseñado para off road con un peso de 204 kg fluidos incluidos. Su depósito de combustible es de 16 litros, otorgando autonomías de más de 300 km. El asiento se sitúa a 875 mm del suelo -para que tengáis una referencia yo mido 1,90 m y llego al suelo sin problema pero necesitarás medir más de 1,80 m para llegar-.

Su motor es el conocido bicilíndrico en línea de 689 cc que ofrece 72 cv a 9.000 rpm y 68 Nm de par motor a 6.500 rpm.
Las suspensiones van a cargo en la parte delantera de una horquilla invertida con barras de 43 mm de diámetro y 210 mm de recorrido, con ajuste total de corte 100 off road y en la parte trasera un amortiguador anclado con bieletas ajustable en precarga y con 200 mm de recorrido.

El equipo de frenado va a cargo en la parte delantera de un doble disco de 282 mm mordido por pinzas Brembo y en atrás un solo disco de 245 mm con ABS desconectable con un botón en el cuadro.
La iluminación va a cargo de un faro de aspecto dakariano led y con luz diurna.

El puesto de conducción es muy sencillo, contando con unas piñas de diseño clásico con botones bien definidos, un manillar ancho y alto para facilitarnos rodar de pie, y en el que destacamos la ergonómica de sus puños, con un grabado muy acertado que nos ofrecen mucho grip. Todo ese conjunto está presidido por una bien dimensionada pantalla LCD vertical en blanco y negro que nos ofrece la información justa y necesaria sin opción a despistes con valores grandes y muy legibles.

Nuestra unidad de pruebas monta accesorios opcionales como las barras de protección, el cubrecarter y el caballete central.
Comenzamos nuestra prueba dinámica en nuestra zona de curvas de alta velocidad. En esta zona su motor de 72 cv responde con solvencia cargado de piloto y pasajero para mover el conjunto; las suspensiones, claramente blandas, se hunden un poco más de lo deseado en la primera parte del apoyo en la curva, aunque sin fatiga en ningún momento. El chasis se siente firme y libre de movimientos extraños, en esta zona la protección aerodinámica es baja, tirándonos el aire por encima del pecho, aunque vamos en una posición de control total en todo momento.

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En la zona de curvas de media velocidad nos encontramos una moto totalmente distinta, aquí el motor ya no es tan importante y la moto se vuelve muy ratonera y divertida. Los apoyos se vuelven claramente más firmes teniendo cambios de dirección rápidos y precisos. Otro de los aspectos que quiero destacar de esta parte es el bronco sonido del escape, en el que aparecen detonaciones que nos sacaron alguna sonrisa.

Es turno ahora de nuestra prueba en zona de baja adherencia, baches y baja velocidad. En esta zona sus capacidades off road la otorgan una ventaja muy notable. Es una moto muy fácil de maniobrar con la que no tuvimos problema de meter la rueda donde no toca con unas suspensiones que se tragan absolutamente todo. Su motor respondió rotundo en bajos y medios. La rueda delantera de 21 se nota en este tipo de carreteras; unido a un neumático mixto hacen que ni la grava ni las irregularidades del asfalto parezcan lo que realmente son; nos ha gustado mucho en esta zona complicada que suele atragantarse a otros modelos.

Es turno ahora del uso urbano; en esta parte descubrimos las capacidades para el día a día de nuestros modelos de prueba. La Yamaha Ténéré 700 puede parecer una moto alta y difícil de manejar por las intensas ciudades actuales, pero no es así. Su dócil motor, unido a la facilidad de maniobra nos lo ponen bastante fácil. Pero no todo va a ser bueno, es aquí donde quizá encontramos uno de los puntos débiles de esta moto. El hecho de llevar un embrague de cable la hace un poco brusca y la relación de cambios nos obliga a cambiar más de lo que desearíamos.

Y hasta aquí la prueba de la Ténéré 700 que nos cedieron nuestros amigos de DcV Yamaha Valladolid: una moto fácil, robusta, capaz, fiable y con un bajo mantenimiento, válida para todo.

Texto y fotos: Santiago Pedrero y Noelia MaBor / MotoTurismoEventos