Sierras y valles, con ROM

Noviembre ha sido el mes en que nuestros amigos de ROM – Rutas Organizadas en Moto despedían su calendario de viajes 2017. Y lo han hecho como mejor saben: recorriendo algunos de los parajes más bellos de Extremadura, en una ruta denominada “Sierras y Valles” que incluyó la incursión en Portugal y el suroeste de la provincia de Ávila.

Liderada por Edu Molina y Juan Manuel del Río, la expedición partía el pasado 24 de noviembre de la Hospedería Puente de Alconétar. La hospedería, un hotel de lujo que ocupa un Palacio del siglo XV perteneciente al condado de Alba de Liste, está situada en el pueblo cacereño de Garrovillas de Alconétar. El palacio, construido en piedra de granito, está en la enorme Plaza Mayor de Garrovillas, clasificada como Monumento Histórico-Artístico Nacional.

Tras el desayuno en la Hospedería, la caravana mototurística partió en dirección a Alcántara, cuyo término crea una de las fronteras geográficas con Portugal. Su majestuoso puente está declarado Mejor Rincón de España de 2014 por la Guía Repsol. Y desde allí hasta Monsanto, haciendo antes una parada en Idanha-a-Velha, villa romana fundada en el siglo I a.C. en época del emperador Augusto. Ésta jugaba un papel fundamental en las vías de comunicación entre Coimbra y Mérida.

Tras la visita, los integrantes de la ruta subieron a la villa de Monsanto, encaramada en un cerro, y a cuyo singular encanto se le unen los dos títulos otorgados en el siglo XX: Pueblo más portugués de Portugal, en 1938, y el de Pueblo Histórico, en 1995. Sin duda, uno de los grandes iconos de nuestro país vecino.

Y desde Monsanto, regreso a las carreteras de Extremadura en dirección al Parque Natural de Monfragüe, con parada para comer en su Hospedería, momento en el que se sumó Quique Arenas, director de Motoviajeros. En total, 21 motoristas tomaron parte de este magnífico recorrido propuesto por ROM.

La cena y el alojamiento tuvieron lugar en la Hospedería Valle del Jerte, ubicada en el conocidísimo municipio cacereño que cada primavera deslumbra al mundo con el espectáculo de la floración de los cerezos que tiene lugar en su entorno.

La ruta finalizó el domingo recorriendo todo el Valle del Jerte hasta el puerto de Tornavacas y El Barco de Ávila, para posteriormente rodar por las estribaciones de la Sierra de Gredos, pasando por su Parador y descendiendo por las siempre apasionantes curvas del Puerto del Pico, camino natural desde época romana -su calzada aún es visible- que servía de paso de una meseta a otra.

En Jarandilla se puso el broche a un fin de semana caracterizado por las risas y los buenos momentos, fiel reflejo del clima de amistad y disfrute que se vivió durante la ruta. Go ROM!