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Off road en Portugal… ¡con una custom! Off road en Portugal… ¡con una custom!
Ha tenido lugar la primera edición de esta desorientada aventura por tierras portuguesas, la “Crazy Challange Desorientados”, donde a lo largo de dos días,... Off road en Portugal… ¡con una custom!

Ha tenido lugar la primera edición de esta desorientada aventura por tierras portuguesas, la “Crazy Challange Desorientados”, donde a lo largo de dos días, GPS en mano -bueno, en manillar-, mapas con los WP y CP, nos hemos perdido gratamente por tierras lusas entre carreteras de barro, piedras, bosques, barrancos y maravillosas playas del vecino país recorriendo 348 millas. ¿Lo más llamativo? Ver a una chica haciendo off road con su custom.

El 9 de octubre de este año nos dábamos cita en Rosal de la Frontera, Huelva, un buen grupo de moteros venidos de diferentes puntos de España para participar en la prueba de orientación; para nosotros, el equipo norteño era la primera vez y todo era nuevo, mi compañero Manolo de Navarra con su GS 1200 y yo desde Asturias con mi Drag Star 650, una vieja custom, que dicho sea de paso “se portó”.

Sábado 10, ocho de la mañana, nos reparten la hoja de ruta, tenemos por delante 131 km hasta CP1, y todos los WP por los que debemos de pasar para acumular puntos. Un chico gallego Ángel Lamas, del que luego descubriríamos que era todo un experto en pruebas off road decidió venir con nosotros, y ¡qué buena decisión!, al final de la prueba el equipo norteño ya no éramos dos, sino tres, Manolo el navarro, Ángel el gallego y yo la asturiana.

DSC_3291Primer problema, mi moto no arranca, ¿la batería?, no, está nueva, a penas tiene tres años, ¡pues sí!, tocó empujar y gracias a Anto y a Pedro organizadores de esta prueba, nos ponemos al final en marcha. Comenzamos tocando suavemente las pistas de tierra, excepto Ángel el gallego para el que aquello era un paseo que le permitía saltar con su GS 1200, derrapar, levantarse y poner los brazos en cruz, mientras yo, inexperta en esto del off road, bastante tenía con no irme al suelo con mi antagónica moto para una raider como esta. Poco a poco, fuimos cogiendo confianza; Manolo delante, Ángel detrás y yo en medio. Llegamos a un camino lleno de toros y de vacas sueltas, abrimos la portilla y nos lanzamos a “torear la situación”, pasamos por delante del WP que nos daría los 10 primeros puntos. Nos fuimos adentrando en campos de olivos, y así entre los árboles, colina arriba y colina abajo, llegamos a un antiguo horno de carbón; empieza a llover con más fuerza, ahora el polvo es barro, pero antes de llegar a la pista de patinaje que nos encontraríamos más adelante, tenemos una bajada con pendiente pronunciada entre surcos, piedras y tierra, Ángel baja con los ojos cerrados, detrás Manolo y yo lo intento pero mi custom con ruedas de carretera y sus casi 300 kilos dice que no; así que con la ayuda de mis compañeros de equipo conseguimos llevarla poco a poco abajo, ¡qué suerte de compañeros!, los mismos que kilómetros después en medio de un tremendo barrizal en el que se nos iban las motos a todos, me ayudaron atravesar, incluido un riachuelo, ¡momento de “subidón” total de adrenalina!; es increíble ver a todos los pilotos de la raider que coincidimos en aquel tramo como ayudaban y animaban, ¡INCREÍBLES!.

Pasamos por Matos, ya casi terminando el primer tramo de 131 kilómetros y debajo de una intensa lluvia hacemos parada, para tomarnos algo en un bar que encontramos en el pueblo, unos minutos de descanso y a continuar, que tenemos que llegar al siguiente control de paso en Odivelas, donde ya estaban más compañeros de esta raider y los organizadores Anto y Pedro, que nos habían llevado algo de picoteo, ¡y cómo se agradeció!

DSC_3307Segunda hoja de ruta de CP1 a CP2 125 kilómetros. El cansancio empieza a aparecer, y nosotros le vamos echando muchas dosis de humor a cada problema e incidencia que surgía; nos adentramos en un camino con mucha arena y piedra, donde las ruedas se hundían, y poco a poco vamos avanzando; Manolo nos da un pequeño susto, pero consigue controlar la moto perfectamente y continuamos. Estamos llegando a zonas con mucha curva y desniveles, bajadas pronunciadas donde voy escuchando los sabios consejos de Ángel a mi lado, “María, no toques el freno delantero, solo primera y embrague”, ¡qué suerte mis compañeros de equipo! Continuamos unos kilómetros y las motos se deslizan más de la cuenta, el camino polvoriento y la lluvia vuelven a ponérnoslo difícil, respiramos y con tranquilidad hacemos otra parada, miramos planos, terreno y poco a poco seguimos avanzando; estamos llegando al CP2 cerca de Morgavel y luego ya dirección a N 38 10.630 W 8 24.361 WP-09 que nos daría 50 puntos más en Mil Fontes, donde después de una reparadora ducha pasaríamos la noche en el camping y allí conoceríamos a más compañeros de esta “desorientada aventura”, al coincidir con muchos en la cena, algunos llegaron más tarde, se habían perdido, pero finalmente, todos pudimos brindar, comentar las anécdotas, caídas y demás.

Domingo 11, salimos más tarde, por la noche no hemos podido revisar muy bien las motos, así que una vuelta rápida, presiones, cadenas, algún daño que otro, batería, todo perfecto, un buen desayuno y otra ronda de buen humor, nos pusimos en marcha. Hoy llueve menos y hasta en algún momento ha salido el sol; la hoja de ruta es más relajada para la modalidad que teníamos nosotros los norteños, maxi trail, y vamos disfrutando, esta vez sí, de anchas pistas que van bordeando acantilados con el océano rompiendo con fuerza contra las rocas. Ángel, al que le sobra humor, se arrodilla y reza para que “deje de hacer fotos”, jejeje, son estos momentos los que liberan tensiones. El paisaje IMPRESIONANTE, subimos y bajamos cerca de las espectaculares playas del Algarve portugués, y aquí es cuando en un momento de euforia total, Ángel con su GS 1200 se lanza a rodar por la playa, todo bien, hasta que frenó un poco y la moto se hundió pero, lejos de ponerse nervioso, sacó su teléfono y se lio a hacer fotos. Entre Manolo y yo fuimos levantando y empujando la moto hasta sacarla de allí, ante la atenta mirada de un grupo de gente, quizás con una apuesta entre las manos sobre si podrá o no, pero, lo que no sabían, era que somos NORTEÑOS, eso sí, terminamos con arena hasta las orejas aunque la experiencia mereció la pena. Momentos antes habían entrado los compañeros de las KTM con apenas 100 kilos de peso y habían rodado, no solo por la arena sino que habían “cogido olas” cual surferos sobre dos ruedas.

Seguimos por caminos anchos y más o menos fáciles, hasta que la noche cayó y poco a poco todo se iba terminando, momento en el que te das cuenta de que a pesar de los momentos difíciles, todo se acaba y te asalta la pena. Anto nos había preparado el final de la raider en un precioso hotel dentro de Mina de Saõ Domingos, con una gran cena, que era un homenaje que nos quería dar a todos los participantes “crazy”, con los respectivos premios para los merecidos ganadores.

Ha sido la primera, y nos será la última crazy challenge en Portugal, porque todos nos hemos quedado con SED DE DESORIENTADOS, tal y como rezaba el eslogan de la prueba.

Para Motoviajeros, Elsi Rider.

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Quique Arenas

Director de Motoviajeros, durante más de 25 años, en sus viajes por España, Europa y Sudamérica acumula miles de kilómetros e infinidad de vivencias en moto. Primer socio de honor de la Asociación Española de Mototurismo (AEMOTUR), embajador de Ruralka on Road y The Silent Route. Autor del libro 'Amazigh, en moto hasta el desierto' (Ed. Celya, 2016) // Ver libro

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