Todo comenzó con un café…una tarde fría de invierno, solo faltaba un mes… En Asturias hay una tradición que viví muy de cerca, pues mi madre es de un pueblito de Pola de Siero donde se celebran “les comadres”. Simplemente era una reunión de las mujeres de la familia y amigas, donde conversaban, comían y bailaban… Con los años la esencia de les comadres va desviándose del tema familiar. Para nosotras la familia motera es muy importante, así que decidimos llevar esta fiesta tan asturiana a nuestra celebración particular.
Cuando comenzó la idea teníamos muy poco tiempo para organizarlo, y aun así, salió muy bien… en menos de un mes lo arreglamos todo… Fuimos 43.
Este año, el tiempo hizo que muchas no sacaran la montura, otras estuvimos lesionadas… pero aun así, 25 moteras valientes, bajo una lluvia intensa que las respetaba por momentos, recorrieron 110 kilómetros de la geografía asturiana. Desde Gijón, Villaviciosa, Sariego, Pola de Siero hasta Luanco, donde nos reunimos 66 moteras para comer, entre otras cosas, pitu caleya y arroz con leche…
Nos acompañaron moteras no solo de Gijón, donde surgió la idea…. vienen de toda Asturias y de fuera de la provincia, a las que cariñosamente llamamos “traspajarianas”, Palencia, León, Valladolid, Santander o Bilbao, todas con una ilusión y una hermandad envidiable.
Los patrocinadores hacen más agradable este día, gracias a ellos pudimos hacer camisetas, bolsas, pegatinas y sortear una gran cantidad de regalos que nos donan. No me canso de agradecérselo.
Y los chicos, siempre pendientes de nosotras, desde la sombra, apoyándonos y disfrutando tanto como nosotras por ver lo felices que somos. Ellos orgullosos de que sus mujeres, hijas, amigas, madres o novias disfrutemos así de esta afición. Nosotras orgullosísimas de ellos por todo el apoyo que nos brindan.
No tengo más que palabras bonitas al recordar este día tan maravilloso. Tenemos 364 días para preparar la próxima.
Texto y fotos: Aida Puertas “Aidusky”
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