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Los escalofríos de Cantalejo Los escalofríos de Cantalejo
Aún quedaba un último escalofrío. Nada que ver con los -7ºC alcanzados durante el fin de semana. El domingo, cuando ya te has dado... Los escalofríos de Cantalejo

La Leyenda Continúa 2020, Cantalejo. Amistad: "Los de las amotos".

Aún quedaba un último escalofrío. Nada que ver con los -7ºC alcanzados durante el fin de semana. El domingo, cuando ya te has dado la última vuelta por la zona de acampada, cuando has dado los últimos abrazos, cuando te has despedido de la gente de la organización, amigos, conocidos y desconocidos que ya no lo son tanto… cuando todo eso ya ha pasado, te montas en la moto y pisas la travesía para poner rumbo a casa. Y de repente, al llegar a la altura del acceso principal de la concentración, por el que han entrado 9.142 asistentes (cifra récord), ves que 6 ó 7 personas vestidas con chaquetones de color azul salen a tu encuentro, exhalando pequeñas nieblas de sus bocas, y comienzan a agitar banderas, formando un pasillo de despedida para ti. No hay nadie más. No importa que sea yo o sea cualquier otro. Han visto aparecer una moto y han salido a desear feliz regreso a un compañero motard. Llevan horas bajo temperaturas de congelación y una centellada que intenta minar a dentelladas su ánimo. Pero nada les detiene.

La Leyenda Continúa 2020, Cantalejo. Recibimiento de participantes.

Más de 50 miembros del motoclub desplazados hasta La Leyenda Continúa –en total, cerca de un centenar- han trabajado sin descanso por y para los demás, como han hecho en los últimos 4 años; como han hecho durante tres décadas, antes de que el espíritu de esta invernal tuviera que trasladarse de Valladolid hasta Cantalejo (Segovia). Y ese último día, cuando todos estamos ya derrengados y ateridos, allí siguen enarbolando sus banderas y sus sonrisas, para arrancarnos del alma, que no del cuerpo, un último escalofrío. Mariano Parellada y Mayte García son la cara visible; decenas de integrantes de La Leyenda son el tronco y las extremidades que sostienen este titánico esfuerzo generador de ilusiones.

La Leyenda Continúa 2020, Cantalejo. ¡Al rico caldito!

Durante los días 9 al 12 de enero de 2020 se han sucedido estas sacudidas. Los bancos de niebla han jugado al escondite, y han cubierto el pinar durante el sábado, “día grande”, dibujando así el atrezzo natural adecuado a una prueba puntuable para el Trofeo de Turismo de la FIM. La jornada de clausura, en cambio, amaneció despejada para que los motoviajeros pudieran abandonar el nido segoviano bañados por un agradecido, aunque lejano, sol castellano. La estampa de estos primeros rayos matinales mezclándose entre los árboles con el humo de las hogueras parece sacada de un cuento.

La Leyenda Continúa 2020, Cantalejo. Haciendo piña.

Y más escalofríos: las piruetas imposibles de Emilio Zamora, el sentimiento de hermandad que reina entre los participantes y… por desgracia, también la pérdida de un motorista de 61 a consecuencia de una terrible colisión entre dos motos, en el término municipal de Torreadrada. Apenas 24 horas después, en otra parte del mundo y en otra cita con el deporte del motor, el piloto Paulo Gonçalves fallecía en el Dakar. Ráfagas al cielo. Su memoria permanecerá viva en el desfile de antorchas que cada año nos recuerda a los compañeros que nos dejaron.

La Leyenda Continúa 2020, Cantalejo. Con los premiados, el doctor Xavier Mir y Andrés Pérez Rubio.

A Cantalejo llegan motoristas de toda España. De Francia, de Portugal… e incluso de Estados Unidos y Argentina. No faltan los reconocimientos por parte del motoclub organizador, que cumple cada edición con su entrega de premios y sorteo de regalos. Aunque para regalo el sentimiento de amistad y camaradería que se cocina en la zona de acampada. Por donde vayas se respira buena sintonía, a veces incluso paz. Qué lejos queda, como bien apuntó el periodista Ramón Pradera durante una de sus intervenciones, la imagen del motero macarra, salvaje e irrespetuoso que durante años ha proyectado una sociedad que tiende a estigmatizarnos. La gente que acude a Cantalejo entiende de motos. Y de viajes. Y de respeto. Por eso, me confesaba Mariano, la mayoría destaca que “venir a esta concentración es como estar en familia”.

La Leyenda Continúa 2020, Cantalejo. Mujeres moteras.

La comida, las charlas y proyecciones audiovisuales -en las que he tenido el honor de participar por tercer año-, las visitas de Alicia Sornosa, Polo Arnáiz, Teo Romera y otros grandes devorakilómetros, los conciertos, los premios especiales otorgados a dos auténticas instituciones del motor como Andrés Pérez Rubio y el doctor Xavier Mir, la fiesta de Nochevieja y Año Nuevo Motero, los saludos de confraternidad, el recibimiento a los y las valientes que completaron su particular desafío acudiendo hasta la fría meseta castellana en ciclomotores, la presencia de los miembros de la Asociación de Pilotos disCapacitados, las rutas mototurísticas por los municipios amigos, las interminables charlas felices, el caldito, las fotografías de Tino Suárez, que lleva en su ADN sangre pingüinera desde la génesis de esta reunión, la sonrisa de Rosa Chacón, la emoción de Chele Jusdado… Hay tantas y tantas razones para no arrepentirse de haber ido a Cantalejo, que cuando uno se pone a recordarlas, solo puede sentir temblores de emoción y el deseo de que llegue pronto el año próximo para volver a sentir ese último escalofrío.

La Leyenda Continúa 2020, Cantalejo. Alfonso Gordon (i), Paco Torres (c) y Gustavo Cuervo (d).

Me encantaría poder citar uno por uno a todos los compañeros, amigos y viajeros con los que he compartido el fin de semana. Pero esta crónica se extendería demasiado y siempre correría el riesgo de olvidar algún nombre. A todos vosotros, a quienes siempre tenéis una sonrisa, un abrazo, una amable palabra, una chispa encendida en los ojos… gracias por estar ahí. Y gracias a toda la organización por vuestra entrega, vuestra pasión por la moto y vuestro empeño para lograr que las 9.000 personas que han pasado este año por vuestra “casa” se sientan parte de la familia.

Texto y fotos: Quique Arenas.-

*Muy pronto, vídeo y listado de galardonados.

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Quique Arenas

Director de Motoviajeros, durante más de 25 años, en sus viajes por España, Europa y Sudamérica acumula miles de kilómetros e infinidad de vivencias en moto. Primer socio de honor de la Asociación Española de Mototurismo (AEMOTUR), embajador de Ruralka on Road y The Silent Route. Autor del libro 'Amazigh, en moto hasta el desierto' (Ed. Celya, 2016) // Ver libro

  • Emilio Rodriguez

    17 enero, 2020 #1 Author

    Me emociono mucho tu reportaje sobre Cantalejo Quique . Me encanta tu forma de llevar lo que ves a escritura . Estoy muy orgulloso de haberte conocido . Hasta pronto !
    Desde Suiza , Emilio

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