La mejor forma de viajar

Es momento ahora de hablar de las ventajas y desventajas de viajar en grupo y con amigos. Veamos a continuación:

En grupo. Sin duda la manera más divertida de viajar. La más variada y graciosa, debido a que cada componente aporta al grupo sus experiencias y sensaciones, sus risas y chistes. Para empezar, viajando en grupo en moto, no suelen ser habituales los enfados entre los participantes, al menos yo no los he tenido casi nunca en mis múltiples grupos. El motivo es que todos y cada uno de los viajeros estamos en una situación especial de disfrute, haciendo y compartiendo emociones con personas de nuestra misma afición, lo que nos gusta. También hay algo muy importante. A todos los motociclistas nos gusta la libertad de estar solos, y eso no se pierde del todo en los viajes en moto y en grupo. Cuando te subes en tu moto estas solo, mucho más si no te enlazas con los demás mediante sistemas de radio. Solo para gozar de la conducción, los olores y sensaciones, por mucho que lleves una moto delante y otra detrás. Siempre se aprenden cosas nuevas en los viajes colectivos. Se aprende de las experiencias de otros, de sus estilos de conducción, de sus formas de encarar la vida. Aun más, en los grupos suelen crearse amistades que se consolidan con el tiempo al volver a viajar juntos o realizar diferentes actividades sociales, pues un grupo de viaje en moto reúne a personas de similares intereses e inquietudes.

Naturalmente esta forma también tiene inconvenientes. Se necesita organización y disciplina. Para que el grupo funcione como una unidad y sea agradable para todos hay que cumplir con algunas normas básicas, no muchas, pero si muy importantes. Horarios: olvídate de la libertad absoluta de horarios que tienen los solitarios y parejas. Con esta formula los horarios son para cumplirlos en beneficio de todos. Pocas cosas enfadan más a un colectivo que cuando algún miembro se muestra egoísta, despistado o sin interés en respetar los horarios, sobre todo de puesta en marcha por la mañana. Además hay que tener bien programados los puntos de parada, almuerzos y repostaje (todos juntos, no vale eso de yo tengo suficiente). Otra de las reglas que facilitan que todo vaya sobre ruedas es tener un guía con personalidad, que no imposición, y que conozca bien la ruta o al menos que tenga experiencia en viajes en grupo. Solo un ejemplo de su importancia. El guía marca el ritmo que siempre ha de ser moderado pues hay que tener en cuenta que en un grupo por el efecto “goma o látigo”, si la primera moto viaja a 100 km/h la que viaja en séptima posición lo hace como poco a 120 km/h. Mientras los que van delante quieren correr más, los que van en la cola insisten en que la cabeza vaya más despacio. El guía ha de saber mantener los ritmos, reagrupar aun sin parar, para que los últimos vuelvan al grupo mientras los primeros no se den cuenta de la disminución de la media, y muchas cosas más. Reglas y normas que sin duda reducen la libertad personal pero a cambio, cada parada, cada cena puede convertirse en una fiesta de memorables recuerdos.

Grupo de amigos. Casi todas las ventajas de todas las formas anteriores. Casi. Naturalmente se pierde un poco de libertad individual. Es casi, salvando los temas amorosos, como viajar en pareja y casi tan divertido como en grupos organizados más grandes que tienen más puntos de vista. Permite a cambio alcanzar objetivos más complejos. Si los amigos se conocen bien, como debe de ser, los papeles están bien repartidos y ninguno se mete en las atribuciones de los demás, todo funciona como un reloj suizo. Uno guía, el otro hace las fotos y suele pasar que alguno no hace nada. ¡Nada más que divertir a los demás! algo mucho más importante a veces que cualquier otra de las ocupaciones. Para mí, si realmente buscas conseguir objetivos complejos, el número ideal es de tres. No hay empate democrático y en caso de incidente dos permanecen juntos y el tercero puede buscar ayuda externa. Lo más importante en los viajes con amigos es conocerse bien para evitar “conflictos tontos”. No es menos cierto que si un grupo de amigos se lleva realmente bien, repiten viajes continuamente y sin problemas pero si no, el grupo se disuelve y no vuelven a viajar juntos.

Estas cuatro formas de viajar, y los comentarios expuestos, claro que pueden tener excepciones, pero son solo eso, excepciones a la norma general y tan escasas que no desvirtúan en ningún caso las  reflexiones  aquí  expuestas.  He tenido, tengo y espero seguir teniendo durante muchos años el privilegio de viajar en motocicleta de todas las formas. Quizás por eso me he dado cuenta de las ventajas e inconvenientes de cada una. Así que en resumen: ¿Cuál es la mejor forma? Muy sencillo: ¡todas! y en cada momento la que tú mismo elijas.

Texto y fotos: Gustavo Cuervo / gustavo@gustavocuervo.es

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