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Hacia el rojizo turolense Hacia el rojizo turolense
“Un viajero sabio nunca desprecia su propio país”          Carlo Goldoni Rescatar del olvido los principales monumentos artísticos y deleitarse en la contemplación de... Hacia el rojizo turolense

Hacia el rojizo turolense.

“Un viajero sabio nunca desprecia su propio país”
         Carlo Goldoni

Recuerdos y Bellezas de España.Rescatar del olvido los principales monumentos artísticos y deleitarse en la contemplación de un bello paraje natural ha sido lo que ha despertado a grandes viajeros a situarse en una de las regiones menos visitadas de nuestro país. En 1844, José María Quadrado junto con el litógrafo Francisco J. Parcerisa, emprendieron un viaje de más de seis meses por Aragón, dando lugar a uno de los once tomos de su obra titulada Recuerdos y Bellezas de España.

A lo largo de sus diez comarcas, la provincia de Teruel, cuenta con una geografía diversa, donde los ríos y montes configuran un horizonte duro y atractivo, como el carácter de sus habitantes. Los paisajes de la región, los cuales están incluidos en diferentes figuras de protección ambiental y paisajística de la Unión Europea, forman parte de los valores ambientales, culturales e históricos de la misma.

“Hay un libro abierto siempre para todos los ojos: la naturaleza” J.J Rousseau

Pero la provincia de Teruel también cuenta con una bonita zona rural repleta de encantadores pueblos, donde además de compartir su despoblación, tienen en común el cielo estrellado en la oscuridad de la noche. La calidad de su cielo, libre de contaminación lumínica, unida a la cantidad de días y noches despejados, le ha otorgado a la región la denominación de Destino Turístico y Reserva Starlight, donde más de veinte localidades cuentan con miradores de estrellas cuya misión es garantizar una buena observación de las mismas.

Al bonito cielo le acompaña un gran patrimonio cultural con grandes obras arquitectónicas acopladas a calles que huelen a historia y a esas historias le acompañan sucesos hieráticos y misteriosos.

Casi toda la literatura ambientada en la región de Aragón, ofrece al visitante un viaje que cada hallazgo hace que sea una experiencia inolvidable ya que incorpora referencias y elementos sobrenaturales o mágicos, como si su carácter montañoso, escarpado y a veces poco amigable para transitar, junto a su gran recorrido histórico le hubieran convertido en un territorio mítico. Ya lo decía Pío Baroja en su obra La Venta de Mirambel donde a través de las venturas y desventuras de un cura hechicero, descendiente de grandes maestres del Temple de Aragón, muestra esa tradición local de la mitología y brujería aragonesa que tan fácilmente se puede conocer al hablar con habitantes del lugar, como lo hizo Miguel de Mena en sus tan conocidos libros, Paisaje del ciclista y Nada más lejos donde narra la vida de las gentes, enriqueciéndoles con referencias culturales y humanas mostrando las novedades, similitudes y ausencias en veinticinco años de diferencia que separan a ambos libros.

Asímismo, Javier Arruga, escritor aragonés presenta en su última obra de la trilogía dedicada a la región, Montes universales, gentes universales un recorrido emocional por Teruel ya que después de andar por toda la provincia y observar sus terrenos agrestes, donde se suceden las sierras y los barrancos, las recias muelas y las estrechas vegas, se preguntó ¿Qué es Aragón? y ¿Qué define a los aragoneses?

“No siento compasión por Teruel porque es un paisaje vivo” Javier Arruga

Todas las comarcas gustan, pero hay dos que destacan, hipnotizan y cautivan al viajero. El Maestrazo y la zona de Albarracín. La comarca del Maestrazgo situada en el sector oriental de la provincia porta un gran legado histórico. Ya su nombre procede de los grandes maestres de las órdenes medievales, especialmente la del Temple. A través de sus localidades se pueden descubrir restos arquitectónicos de todos los estilos, véase por ejemplo el campanario barroco de la Iglesia de la Asunción de Cantavieja o los restos de un castillo templario en La Iglesuela del Cid, como también los impactos que tuvieron los hechos históricos para la desaparición de formas de vida del mundo rural, como por ejemplo, la de los masoveros, tal y como describe con gran precisión José Giménez Gorbatón en su obra El fragor del agua o Antón Castro en su gran libro El testamento de amor de Patricio Julve, relatos ambientados en esta comarca que recorren ciento cincuenta años de historia con narraciones sorprendentes, misteriosas y personales incluyendo los tiempos de Ramón Cabrera, denominado “El tigre del Maestrazgo”.

Albarracín.

La comarca de la sierra de Albarracín, situada en el noreste de la región, es conocida fundamentalmente por sus pinturas rupestres declaradas Patrimonio mundial de la Humanidad por la UNESCO desde el año 1998 y por ser un paraje recóndito donde los paisajes culturales se han adosado fuertemente a la difícil orografía de la región. Ya hablaban de ella en el siglo XVIII, William Bowles con su obra Introducción a la Historia Natural y a la Geografía Física de España o J.M.M Fleuriot en su Viaje de Fígaro a España.

El libro de Guillermo Bowles.“Albarracín, es una silvestre población de montaña, construida bajo una eminencia sobre la que se levantaba en otros tiempos la ciudad antigua. El cortado barranco del Guadalaviar es pintoresco.(…) Aquí el aire está perfumado por todas partes con el aroma de las flores silvestres …”

Y si se quiere disfrutar con la intriga, nada mejor que leer la obra de Luis Zueco, La ciudad donde el gran historiador permite viajar al lector hasta la Edad Media en el corazón de la villa.

Conducir sin prisa y sin destino, disfrutando de cada curva, contemplando el paisaje y descubriendo rincones de la región turolense es el espíritu que nos lleva al viajero cuando nos hacemos testigo de este pasado tanto geológico, a través de los colores rojizos que tiñen la tierra y que se acompasan con los verdes de los árboles y arbustos, como a través de escenarios neolíticos en donde dejaron sus pinturas aquellos que quisieron retener el tiempo, sin olvidar esa capital de provincia donde el arte mudéjar está a golpe de postal.

Teruel es un espacio literario incuestionable además de ser una ciudad que para los amantes del arte y la fotografía nunca deja indiferente, imposible no capturar una o varias de sus majestuosas torres.

“Teruel no se rescata de las miradas del viajero; no acecha, sino que llama”

La capital de la provincia, catalogada desde 1986 como Patrimonio de la Humanidad además de tener esa “Capilla Sixtina del mudéjar” en la Catedral de Santa María de la Media Villa, cuenta con varios edificios modernistas, un gran barrio de la Judería y el archiconocido Mausoleo de los Amantes de Teruel.

Y si fuera poco todo lo comentado anteriormente, a la región le une estrechos lazos con el deporte del motor. La región de Alcañiz, siempre ha estado ligada a las carreras, primeramente por su trazado urbano y posteriormente por la construcción del circuito MotorLand, que cada año se reivindica como referente de los deportes de motor de dos ruedas.

Gema de los Reyes es Licenciada en Derecho y Filología y autora del blog viajandoconmicamara.com

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Quique Arenas

Director de Motoviajeros, durante más de 25 años, en sus viajes por España, Europa y Sudamérica acumula miles de kilómetros e infinidad de vivencias en moto. Primer socio de honor de la Asociación Española de Mototurismo (AEMOTUR), embajador de Ruralka on Road y The Silent Route. Autor del libro 'Amazigh, en moto hasta el desierto' (Ed. Celya, 2016) // Ver libro

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