El precio de la carretera: 264 motoristas muertos

La cifra de motoristas fallecidos en España ha alcanzado unos valores alarmantes en 2019, que no se registraban desde hace una década. En total, 264 motoristas han perdido la vida en nuestras carreteras. El incremento es de 47 más con respecto al ejercicio anterior, una tendencia insoportable que parece no detenerse. Y un dato llamativo: mientras que 2018 fue el año con el mínimo histórico de víctimas mortales en accidentes de tráfico (1.098 para un total de 427 millones de desplazamientos de largo recorrido y 34,5 millones de vehículos), el número de motoristas fallecidos no para de crecer, según los datos provisionales ofrecidos por el ministro Fernando Grande-Marlaska en la presentación del Balance de Accidentalidad Vial 2019.

En lo que llevamos del año 2020 las cifras no son muchos mejores. Según recoge la Unión Internacional para la Defensa de los Motociclistas (IMU), tan solo en los diez primeros días de febrero han fallecido 12 compañeros y 27 han resultado heridos. Unas cifras que han aumentado durante el segundo fin de semana del mes, a tenor de lo visto en redes sociales y diarios nacionales, que han recogido la triste noticia de la pérdida de dos mujeres motoristas en las carreteras de Andalucía y Castilla y León. Pero no han sido las únicas; también dos moteros en Madrid, otro en Alcalá de Guadaíra y otro más en Álava. Seis fallecimientos en apenas dos días. El balance es aterrador.

Las motocicletas cuentan cada vez más con mejores y avanzados sistemas de seguridad. De igual modo, la protección de piloto y acompañante se ha visto reforzada con un equipamiento cada vez más mejorado para dotar al motorista de mayor protección frente a impactos y caídas (aún así, llama la atención que de los 264 muertos en moto, 11 no llevaban casco). Los fabricantes de motocicletas y las marcas de la industria auxiliar y de equipamiento invierten millones de euros en investigación, tecnología y el empleo de materiales orientados a mejorar la seguridad sobre la motocicleta. Unas evidencias que no tienen su reflejo en las cifras de accidentalidad. El peligro sigue estando en la carretera.

Según la DGT, se va a proceder a la implementación de un Plan de Medidas Especiales para la seguridad de motoristas. Para ello, se pretende identificar 100 tramos de alta siniestralidad del colectivo, donde se pondrán en marcha acciones de señalización, infraestructura y vigilancia. De igual modo, la Dirección General de Tráfico apunta a “la finalización de la regulación de los cursos de conducción segura y la promoción del airbag para motoristas”.

Pero la sangría no cesa. Los guardarraíles siguen haciendo estragos, y el estado de las carreteras en algunos puntos es altamente peligroso para los usuarios más vulnerables, donde la moto tiene todas las de perder. El pasado año finalizó con unas cifras insostenibles. 2020 no va por mejor camino.

Quique Arenas.-