Aemotur: Guadalajara integral

Para muchos españoles la provincia de Guadalajara les evoca un paraje frío y desolado, un páramo que hay que atravesar rápido para llegar a zonas más atractivas, buena parte de la culpa de este prejuicio lo tiene, sin duda, la autovía A2, que parte la provincia en dos mitades ofreciendo a quien transita por ella un panorama de escaso interés.

La Asociación Española de Mototurismo (AEMOTUR), consciente de la injusticia que un prejuicio como este provoca, ha decidido romperlo definitivamente ofreciendo la cara más amable de una provincia llena de rincones con encanto, y lo ha hecho organizando los días 16 a 18 de octubre de 2015 una ambiciosa ruta asfáltica por los principales puntos de interés cultural, histórico y paisajístico de Guadalajara.

Lo primero a destacar es que a la ruta acudió un nutrido grupo de moteros cordobeses, lo cual siempre es de agradecer teniendo en cuenta el esfuerzo que hicieron para venir desde tan lejos: una muestra más de la vocación expansiva de AEMOTUR, que persigue poco a poco implantarse a lo largo y ancho de nuestra vasta y rica geografía. Para ello se introducirán en la agenda de 2016 nuevas rutas y proyectos por Andalucía y Asturias, aprovechando la sinergia resultante de un número cada vez mayor de socios, tan apasionados y comprometidos que resulta imposible ignorar el valor añadido que aportan.

El centro neurálgico de la ruta fue la Hospedería Virgen de la Hoz, un hotel situado en el Barranco de la Hoz, en pleno Parque Natural del Alto Tajo, enclave de excepción cuyos colores otoñales sorprendieron a un grupo más acostumbrado a los parajes sureños de la península. Era frecuente observar a los participantes más madrugadores recorrer el río Gallo con la cámara de fotos en la mano, dispuestos a capturar en una sola toma las inmensas moles de roca que constituyen el barranco. Jesús, el dueño de la Hospedería, aprovechó cada una de las dos noches que duró la ruta para deleitar a los comensales con productos de la zona y preparaciones locales que fueron al gusto de todos, especialmente cuando se está al calor de la chimenea en un salón rústico casi exclusivo para el grupo.

El sábado, a mitad de la ruta, hicimos una parada en Mesón El Jabalí, quizás el más famoso de Majaelrayo y, por añadidura, de todos los “Pueblos negros” de Guadalajara. Allí nos correspondió Javier, motero a más señas, con unas raciones sabrosas como las que nos sirvió en la primera ruta “Tierras de frontera”: y es que cuando algo funciona, ¿por qué no repetir?

En breve publicaremos la crónica de la ruta en la web de AEMOTUR. Mientras tanto, no podemos dejar de agradecer a estos establecimientos el trato recibido y animamos a los moteros de la zona a que se dejen caer por Guadalajara, especialmente en otoño, cuando la mayor parte de sus paisajes lucen las mejores galas.

Os esperamos en esta gran familia que cada día crece un poco más, con paso firme y seguro, por y para los moteros. No dejéis de seguirnos en las redes sociales (Facebook, Twitter), y cada mes aquí, donde debemos estar: en la mejor revista española de mototurismo.

Para Motoviajeros, Luis C. Melero // Vicepresidente de AEMOTUR.